Itálica, la joya romana a las puertas de Sevilla

A tan solo 7 kilómetros del centro de Sevilla, en la localidad de Santiponce, se encuentra uno de los yacimientos arqueológicos más impresionantes de la Península Ibérica: Itálica, la primera ciudad romana fundada fuera de Italia. Su historia, sus monumentos y el buen estado de conservación de sus restos hacen de este enclave una visita imprescindible para los amantes de la historia, la cultura y la arqueología.

Italica, una joya romana foto

El origen de Itálica

Itálica fue fundada en el año 206 a.C. por el general Publio Cornelio Escipión, conocido como “El Africano”, tras la batalla de Ilipa, donde derrotó a los cartagineses durante la Segunda Guerra Púnica. El asentamiento nació con un propósito claro: servir como colonia para los soldados veteranos de Roma. A partir de ese momento, la ciudad se convirtió en un centro estratégico y económico de gran importancia en la Hispania romana

Itálica no solo fue un lugar destacado en lo político y lo militar, sino también la cuna de grandes emperadores como Trajano y Adriano, dos figuras claves en la historia de Roma que llevaron el esplendor del Imperio a su máxima expansión. 

El esplendor de la ciudad romana

Recorrer las calles de Itálica es como viajar en el tiempo. Pasear por su trazado urbano permite imaginar la vida de sus habitantes, desde los nobles patricios que residían en lujosas villas hasta los ciudadanos que acudían al anfiteatro a disfrutar de espectáculos. 

Entre los monumentos que más llaman la atención destacan: 

  • El Anfiteatro de Itálica 

Construido en tiempos del emperador Adriano, el anfiteatro fue uno de los más grandes del Imperio romano, con capacidad para unas 25.000 personas. En él se celebraban combates de gladiadores, cacerías y espectáculos públicos que reflejaban el poder y la riqueza de la ciudad. Su tamaño y su conservación lo convierten hoy en la estrella indiscutible del conjunto arqueológico. 

  • El Teatro Romano 

Ubicado en el casco urbano de Santiponce, el teatro romano es otra de las joyas de Itálica. Data de finales del siglo I a.C. y, tras un largo proceso de excavación, ha recuperado su protagonismo gracias a la celebración de eventos culturales como el Festival Internacional de Danza de Itálica o representaciones de teatro clásico, que devuelven la vida a este escenario dos mil años después. 

  • Las Termas 

Itálica contaba con dos complejos termales: las Termas Menores, más modestas, y las Termas Mayores, con más de 30.000 metros cuadrados de extensión. En ellas se encontraban piscinas de agua caliente, templada y fría, así como saunas, gimnasios y salas de masaje. Estos espacios no eran solo lugares de higiene, sino auténticos centros de reunión social. 

  • Las casas particulares 

Las lujosas viviendas de Itálica son otro de los grandes atractivos. Villas como la Casa de Neptuno, la Casa de la Exedra o la Casa de los Pájaros conservan aún pavimentos originales y delicados mosaicos que representan escenas mitológicas, figuras geométricas y animales. Estos restos permiten hacerse una idea del lujo y la sofisticación de las élites romanas de la época. 

  • Los mosaicos 

Los mosaicos de Itálica merecen mención aparte. Entre los más célebres se encuentran el Mosaico del Planetario, que representa las divinidades asociadas a los planetas; el Mosaico del Laberinto, con la figura de Teseo y el Minotauro; o el Mosaico de los Pájaros, en el que se distinguen más de treinta especies diferentes. 

Cómo visitar Itálica

El acceso al conjunto arqueológico es muy sencillo. Desde Sevilla se puede llegar en coche en menos de 20 minutos o en transporte público, ya que varios autobuses conectan la capital con Santiponce. La entrada es gratuita para ciudadanos de la Unión Europea, lo que convierte a Itálica en una excursión cultural perfecta para combinar con una estancia en la ciudad. 

Se recomienda dedicar al menos medio día para recorrer con calma el recinto, descubrir sus monumentos y disfrutar del ambiente tranquilo de este lugar cargado de historia.

Visita y consejos prácticos

La plaza está abierta al público y su acceso es gratuito. Se puede visitar a cualquier hora del día, aunque los mejores momentos para disfrutar de la Plaza de España son el amanecer o el atardecer, cuando la luz del sol resalta la calidez de los ladrillos y la cerámica. También es muy recomendable alquilar una barquita para navegar por el canal o simplemente sentarse a contemplar la vida que fluye entre turistas, músicos callejeros y paseantes.

Justo al lado se encuentra el Parque de María Luisa, un verdadero pulmón verde en el centro de la ciudad, ideal para continuar el paseo y descubrir otros rincones como la Glorieta de Bécquer o el Museo Arqueológico.

Dónde alojarse cerca de Itálica

Después de una jornada explorando las ruinas romanas, nada mejor que descansar en un alojamiento lleno de encanto. En este sentido, Hidden Hotels ofrece opciones muy atractivas en el centro de Sevilla.  

Gravina 51 es un hotel boutique de 4 en Sevilla centro, ideal para quienes buscan alojarse en pleno casco antiguo, a pocos pasos de la Catedral, la Giralda o el Archivo de Indias. Sus habitaciones elegantes y su atención personalizada lo convierten en la opción perfecta para disfrutar del corazón histórico de la ciudad. 

Cavalta Boutique Hotel, ubicado en el corazón del barrio de Triana, es ideal para quienes buscan combinar cultura y relax. Su restaurante con piscina ofrece un espacio exclusivo para disfrutar de la gastronomía local y descansar tras un día de turismo. Además, su estratégica ubicación permite explorar fácilmente las calles de Triana y disfrutar de agradables paseos por sus zonas verdes. 

Ambos hoteles se encuentran a tan solo 15 minutos en coche de Itálica, lo que los convierte en una base excelente para organizar una escapada cultural sin renunciar al confort y la elegancia que caracteriza a estos alojamientos. 

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